Hoy quiero contarles a mis nietos...para que lean y a su vez les lean a sus hijos...el recuerdo de mi infancia...de las navidades de ésa época...algo lejanas en el tiempo, pero sin duda alguna, nada lejanas para el corazón.
Recuerdo aquellas navidades...sin arbolito ni nacimiento , como hoy se estila...ni pavo a las doce de la noche...solo algunas lucecitas que alegraban el ambiente familiar, austero, cálido, prolijo.
Mis hermanas y yo nunca esperábamos regalos ostentosos, solo algún juguete que nos iluminara los ojos...pero sobre todo el alma.
Era todo lo que la economía de nuestros padres podían comprar... nada parecido a los regalos que hoy asombran la inocencia de los niños de hoy.
Los niños de ayer...los niños de aquel ayer nos contentábamos realmente con poco.
Una bengala encendida antes de las doce...un emocionada "Feliz Navidad "... o "Ya nació Jesús " ...la alegría en los ojos de nuestros padres... por abrazarnos... por estar juntos... por vivir el amor filial, que solo da alegría y paz.
¿Era necesario pedir mas ?
Los niños de ésa época ... nunca esperábamos las doce de la noche despiertos ...la tradición era que debíamos ir a dormir...para que al despertar nos encontráramos con sorpresas.
Ibamos a dormir, pensando en maravillas, preciosas maravillas de las que solo pueden imaginar los niños en nochebuena.
¡ Al despertar...descubríamos con júbilo los obsequios envueltos prolijamente en papel de regalo!
¡Como no evocar ésas emociones, como olvidar aquel sonido mágico del juguete dentro del papel multicolor!
Recuerdos de las navidades de mi infancia... junto a mis padres...mis abuelos... mis hermanas... que hoy siguen caminando a mi lado.
Mamá Maga
